Cuando comencé con Procys, “una startup que ofrece soluciones de reconocimiento óptico de caracteres (OCR) y extracción de datos, permitiendo la automatización de procesos y mejorando la eficiencia de las empresas en la gestión de documentos y facturas”, no sabía mucho sobre el mercado, pero sí sabía lo que quería hacer. Durante los primeros meses, traté de ser bueno en todo: product management, technology, go-to-market strategy, marketing, ventas… Sin embargo, me di cuenta de que mi tiempo y energía estaban malgastados en tareas que no eran mi especialidad.

Fue entonces cuando me di cuenta de la importancia de enfocarme en mis fortalezas en lugar de tratar de mejorar en todas las áreas. En lugar de intentar ser bueno en todo, me centré en lo que mejor sabía hacer: hacer crecer el pipeline de oportunidades y resolver los problemas cuando se me presenten. Contraté a personas con habilidades en áreas en las que yo no era fuerte y así pudimos cubrir todas las bases.

Este enfoque me permitió escalar Procys de manera sostenible y eficiente. Al delegar tareas a otras personas, pude concentrarme en mi área de especialización y crear una plataforma que ofrece un alto valor a los clientes.

El enfoque en las fortalezas también es importante para los emprendedores en términos de su propia felicidad y satisfacción. Al centrarse en lo que se hace bien, uno puede experimentar un mayor sentido de realización y autoconfianza.

Recuerdo que los primeros meses, prácticamente medio año, la frustración me provocaba sentimientos de ansiedad y desesperanza, lo que puede hacer que resulte difícil encontrar la motivación para empezar el día. Además, estar atascado en una situación puede llevar a una sensación de falta de control, lo que me hizo que me sienta menos enérgico y menos capaz de afrontar los desafíos diarios, así como sin parar de pensar pensar que iba a ser otro día más sin ser productivo, sin poder conseguir los resultados que busco, sin poder realmente hacer algo que me haga sentir que estoy un pasito cerca. Pero de ese bucle salí cuando empecé a poner un poco de enfoque en lo que es importante y sobre todo, en mis fortalezas.

A menudo nos enfocamos demasiado en nuestras debilidades y tratamos de arreglarlas, en lugar de trabajar en lo que hacemos bien. Pero no es necesario ser bueno en todo para tener éxito. Si nos enfocamos en nuestras fortalezas y rodeamos a nuestros equipos con personas que tengan habilidades complementarias, podemos crear un negocio sólido y sostenible.

Así que, si eres emprendedor o estás pensando en emprender, no pierdas tiempo tratando de mejorar en todas las áreas. Enfócate en lo que haces bien y encuentra personas que puedan ayudarte en las áreas donde eres más débil. Esto no solo hará que tu negocio crezca, sino que también te permitirá experimentar una mayor satisfacción y felicidad en tu vida.